Esta tarde la humedad se pegaba al cuerpo como una manta tibia que nadie pidió. El calor se acumulaba en las esquinas, en las ventanas, en las plantas que ya no sabían si seguir verdes o rendirse. Adentro de casa, al aire había que despertarlo con ventiladores. Mi hija llevaba varios días —quizás semanas— rechazando … Sigue leyendo Casi son novios
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