GUSTO

La Vista Café: sabores con olor a Mandinga

Sabores auténticos, café de altura y una vista que alimenta el alma en pleno corazón de la Riviera Veracruzana.

Hay lugares que no sólo se visitan, se sienten. Sentarse en una terraza abierta con vista a la laguna de Mandinga mientras una suave brisa acaricia tu cara y una taza de café caliente descansa entre tus manos… eso, mis queridos lectores, no es casualidad. Es La Vista Café.

Ubicado al fondo del fraccionamiento La Rioja, justo frente a la Casa Club, este rincón delicioso es un refugio entre manglares, laguna y la calidez del servicio humano. Y eso no lo digo como crítica gastronómica (que no lo soy), sino como alguien que ha probado café en Colombia, en Estambul, en París… y que aquí, en la Riviera Veracruzana, encontró uno de los más memorables.

La Vista Café. Fraccionamiento La Rioja. Riviera Veracruzana. Fotografía © Darinel Becerra. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa del autor.

La charla, larga y tendida

Platiqué largo y tendido con el licenciado Ernesto Fuentevilla, administrador de esta joya escondida, y cada palabra suya venía servida con la misma dedicación que sus platillos.

Cumplimos dos años en junio”, me dice con una sonrisa que no necesita café para despertar. “Desde el principio la idea fue clara: algo natural, orgánico, ecológico. Estamos inmersos en un ecosistema impresionante… y quisimos estar a su altura”.

Ernesto Fuentevilla, administrador de La Vista Café. Fotografía © Darinel Becerra. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa del autor.

¿A mano?, sí, ¡a mano!, en una cafetería

Todo, absolutamente todo, es hecho en casa. Las salsas, las tortillas (¡a mano!), las mermeladas, el hielo, hasta las crepas y los frappés. “Aquí no entra una lata”, asegura Ernesto. Y basta con ver el plato de huevos a la mexicana para comprobarlo: cebolla finamente rebanada, jitomate jugoso, chile fresco, frijoles refritos, plátanos fritos, tortillas calientitas, jugo natural y fruta fresca. ¡Dios bendito!

La Vista Café. Fraccionamiento La Rioja. Riviera Veracruzana. Fotografía © Darinel Becerra. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa del autor.

El café de La Vista

Pero si hablamos de su café —y créanme, hay que hablar de su café—, Café La Vista no sólo lo sirve, lo produce. Cafetos propios en las zonas altas de Huatusco, a más de 1400 metros. Ofrecen dos tipos de tostado: medio (de acidez brillante, con notas a tierra mojada y aceituna) e intenso (frutos rojos, madera, perfecto para mezclar con leche). El café aquí no es sólo bebida, es protagonista.

“El café es caliente y escaso”, me dice Ernesto con tono casi poético. Y yo, sin ser experta, sólo puedo asentir y disfrutar.

La Vista Café. Fraccionamiento La Rioja. Riviera Veracruzana. Fotografía © Darinel Becerra. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa del autor.

Todos comen porque todo se puede

El menú es un universo. Desde enchiladas, chilaquiles, molito veracruzano con corazón oaxaqueño, hasta tortas “capricho” (sí, porque varían según el antojo del chef), flautas, enfrijoladas, omelettes, hot cakes, empanadas de 30 cm (¡sí, 30!), hamburguesas y hot dogs de antología. Para quienes cuidan su alimentación, hay opciones veganas, sin gluten y sin azúcar. Aquí nadie escucha un “no se puede”.

Y para los más dulceros —como yo—: crepas de Nutella, cajeta quemada, mermeladas artesanales de manzana o fresa… acompañadas por una malteada o un smoothie hecho al momento, con frutas de verdad.

La Vista Café. Fraccionamiento La Rioja. Riviera Veracruzana. Fotografía © Darinel Becerra. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa del autor.

Con aire o sin aire

¿El espacio? Mágico. La mitad techado, con cristales que te permiten ver sin ser parte del calor. La otra mitad al aire libre, para quienes disfrutan sentir la humedad tropical en la piel. Mesas de madera, plantas frescas en cada rincón, luces cálidas colgando del techo, y al fondo, el horizonte abierto de la laguna.

Con capacidad para 80 personas, el lugar combina lo rústico con lo sofisticado. “Aquí vendemos servicio y tiempo”, dice Ernesto, y me lo creo. Porque más que comer o tomar café, aquí uno se permite estar.

Además, el lugar es ecológico: paneles solares, filtros de agua, hielo hecho en casa, protocolos de higiene rigurosos… un oasis consciente.

No dejes de visitarlo

¿Cómo llegar? Muy fácil: llegas al fraccionamiento La Rioja, en la Riviera Veracruzana. En la entrada, te toman una foto de tu placa, te entregan un tarjetón verde, y recorres dos kilómetros hasta el fondo. El edificio es inconfundible: tres pisos, justo frente a la Casa Club II. A la salida, devuelves tu tarjetón y te entregan tu credencial. Todo fluye, sin obstáculos.

Café La Vista no sólo tiene buena comida, buen café y buena vista. Tiene alma. Y eso, amigos, no se improvisa. Se cocina lento, como sus tortillas a mano. Se cultiva, como sus cafetos. Y se sirve con amor, en cada taza.

Ya lo dijo Ernesto: “Lo hicimos para ti. Para que lo disfrutes”.

¿Te animas a probarlo?

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Dulce Tapia

Amante del café, sin ser experta, y de la comida, sin ser experta, pero que ha viajado por todo el mundo y puede comparar los buenos cafés porque ha degustado café en los mejores lugares.

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