GUSTO

¡Abre Bola de Oro calidad Coatepec en la Riviera Veracruzana!

El lugar es cálido, sin pretensiones, pero con detalles que hablan de buen gusto. Las 12 mesas de madera con sillas acolchonadas invitan a quedarse, no solo a pasar.

Hoy me encontré con una grata sorpresa en la entrada del fraccionamiento El Conchal, sobre el Boulevard Riviera Veracruzana, justo a unos pasos del Walmart Express, en el municipio de Alvarado: la nueva sucursal de Bola de Oro Calidad Coatepec abrió sus puertas, y no puedo evitar compartir la experiencia.

Como viajera empedernida que ha probado café desde una terracita escondida en Roma hasta una barra minimalista en Tokio, puedo decir que cuando un café tiene alma, se siente desde el primer sorbo. Y eso pasó aquí. Esta nueva sucursal, aunque joven, ya huele a tradición.

Fotografía © Darinel Becerra. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa del autor.

El lugar es cálido, sin pretensiones, pero con detalles que hablan de buen gusto. Las 12 mesas de madera con sillas acolchonadas invitan a quedarse, no solo a pasar. Las lámparas de mimbre canastilla colgadas del techo dan una luz suave, casi de hogar, y el mural con escenas cafetaleras que dice “Museo Bola de Oro – Finca Roma” es un guiño nostálgico a las raíces del buen café veracruzano. Afortunadamente, el aire acondicionado está en su punto: ni congelador, ni horno. Ideal para quedarse a charlar, trabajar o simplemente ver pasar el tiempo.

Fotografía © Darinel Becerra. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa del autor.

El café

Pero hablemos de lo importante: el café. El americano mediano (11 onzas) cuesta $38, el grande $46, y puedo asegurar que ese café no necesita azúcar: su sabor lo dice todo.

Así que si estás por la Riviera veracruzana, date una vuelta. No tienes que ser un catador ni un barista para disfrutar un buen café.

La carta es mucho más que una cafetería. Hay desayunos, comidas y cenas, con platillos bien pensados y explicados: cada opción tiene su gramaje o número de piezas indicado, algo que se agradece cuando uno quiere saber exactamente qué está pidiendo.

Fotografía © Darinel Becerra. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa del autor.

Probé los waffles naturales ($94) y el club sándwich de la casa ($135), ambos cumplidores, generosos y con presentación cuidada. La pastelería es un capítulo aparte, con más de 15 opciones, desde el clásico pastel de chocolate hasta pan de nata y bombas rellenas de mantequilla y mermelada. Todo luce fresco, casero y antojable.

Pa llevar

Para quienes buscan llevarse el sabor a casa, hay venta de café en grano. Las opciones van desde el café gourmet con notas chocolatadas y cuerpo completo ($388 el kilo), hasta el café de exportación ($362), el descafeinado, y una mezcla ganadora con toques cítricos y frutales que ya estoy pensando en combinar con mi moka de la mañana.

Una experiencia que conquista a locales y visitantes con buen café, cocina reconfortante y un espacio que invita a quedarse.

Este nuevo espacio llega a la Riviera veracruzana 8 meses después de que La Parroquia abriera una sucursal a solo 2 kilómetros metros de distancia, pero lejos de competir, creo que ambas propuestas pueden coexistir: una con la historia y otra con una nueva vibra que también se agradece.

Fotografía © Darinel Becerra. Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa del autor.

Así que si estás por la Riviera, date una vuelta. No tienes que ser un catador ni un barista para disfrutar un buen café. Solo hace falta querer sentarse, respirar profundo y dejar que el primer sorbo haga su magia.

Nos vemos allá. Yo, por lo pronto, ya tengo mesa favorita.

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