Colectivo Gastronómico Xalapa-Coatepec
Chefs y productores del colectivo transforman ingredientes locales en identidad y experiencia culinaria.
 
						El maíz recién nixtamalizado exhala su perfume terroso y cálido; el humo de la leña dibuja recuerdos en el aire; el cacao y el café fermentan historias entre las montañas y los ríos. Veracruz no se narra, se degusta. Y en Xalapa y Coatepec, el Colectivo Gastronómico convierte cada cocina, cada platillo y cada fuego en un manifiesto de identidad. Aquí, la tradición y la innovación se encuentran en la boca y en la mirada, en la textura del maíz, en el salitre del mar, en el dulzor del plátano maduro que se cocina a la piedra.
En Casa Bonilla, el langostino de río es un protagonista: su carne tersa, dulce y ligeramente mineral se funde con salsas que evocan la tierra y el agua, mientras el mezcal, ahumado y terroso, se despliega como eco de la región. La cocina de Manolo Martínez es un espacio donde el fuego dialoga con la sostenibilidad, y donde el arte se cuela entre platos y paredes, contando la historia de una familia y de un territorio que respira a través del maíz, la leña y la memoria.

Kaliman lleva al comensal a la brisa del Pacífico: el aroma a mar se mezcla con cítricos frescos y notas de jengibre y soja, en un juego que recuerda sabores asiáticos sin perder la raíz veracruzana. La estética pop de los años setenta se refleja en la presentación de los platos: colores vivos, texturas que cruzan lo crocante y lo jugoso, mariscos frescos que respetan la pesca responsable y técnicas que abrazan la creatividad sin artificios. Cada bocado es diversión, técnica y territorio en perfecta armonía.
En Mesa Criolla, el humo se transforma en lenguaje. Javier Cerrillo construye menús de temporada donde la intensidad del fuego y la suavidad del ingrediente se encuentran en cada plato. La yuca, el plátano, los granos de maíz tostados, el chile que perfuma y pica a la vez, todo cuenta la historia de la tierra y de quienes la trabajan. La cocina se convierte en narrativa: un puente entre pasado y presente, donde cada gesto del chef es respeto por el producto y la comunidad que lo rodea.
Ajolote, bajo la mirada de Irving Osmar, es un refugio de sabores del norte veracruzano: notas terrosas, dulces y salinas se combinan en platillos que hablan de regeneración y memoria. La cocina es depurada, cada técnica calculada, cada producto local elegido con reverencia. Aquí, tradición y modernidad conviven como un ecosistema vivo, capaz de reinventarse sin perder la raíz, evocando la resiliencia del animal que le da nombre.

Digestivo
El Colectivo Gastronómico Xalapa-Coatepec es más que restaurantes; es un territorio en ebullición, un laboratorio donde se nixtamaliza, se fermenta, se cultiva y se transforma. Sus chefs, productores y emprendedores tejen una red que enlaza huertos, mercados y fogones contemporáneos, construyendo comunidad y proyectando la cocina veracruzana hacia el mundo. Maíz y cacao, mar y montaña, herencia indígena y mestizaje europeo, todo fermenta aquí, todo se transforma, todo se celebra.
Comer en Xalapa y Coatepec es viajar por la memoria y la biodiversidad de Veracruz. Cada bocado recuerda que la cocina es identidad, resistencia y orgullo. Cada plato es un latido que une pasado, presente y futuro. En este territorio, gracias al Colectivo Gastronómico, la gastronomía no solo alimenta; nombra la tierra, reconoce su historia y celebra su diversidad con fuego, técnica y corazón.
Los templos del café de especialidad en Veracruz – Boca del Río – La Mandinga
 
				
 
						


